Emilio Lovera
Para divertir a su público el humorista venezolano Emilio Lovera no tiene fin. Así lo hace desde hace décadas y lo seguirá haciendo mientras haya un espectador dispuesto a reírse con sus chistes.
En esta ocasión el carismático artista se unió a las escuelas Fe y Alegría, una iniciativa sin fines de lucro que beneficia a niños y escuelas de bajos recursos de Venezuela y varios países latinoamericanos, desde hace más de medio siglo, para presentar Emilio Lovera con Fe y Alegría, un espectáculo unipersonal con rutinas y canciones.
El show forma parte de una gira que incluye Atlanta, Houston, Orlando y Miami, donde se presentará el viernes 10 de junio en el Watsco Center de Coral Gables.
Lovera comenzó su carrera en 1981 en Radio Rochela, una de las estaciones de mayor sintonía en su país.
Con el tiempo alcanzó la popularidad gracias a los programas Pensión OEA, El nuevo show de Federrico, Gaviman, Duelo de titanes, Las mil caras de Emilio Lovera, La cámara indiscreta, Humor a primera vista, junto a su colega Laureano Márquez, E-milio.combo y Misión Emilio.
En cuanto a televisión internacional, en repetidas oportunidades ha representado a Venezuela en el Festival Internacional del Humor, sin contar su participación especial en Comedy Central con su espectáculo de stand up Sin fronteras.
En el 2004 quedó en segundo lugar del Campeonato Panamericano del Humor en Argentina.
En la trayectoria del actor también sobresalen El show de Emilio Lovera, Laureamor y Emidilio, Jucio a Vicente Nario, ¿Emigrante yo?, Otro cuento en Navidad y Emilio desatinado, entre muchas otras propuestas en las que ha contado con la colaboración de grandes artistas y músicos reconocidos. Viajero incansable, el resumé del actor incluye actuaciones en Guatemala, Noruega, España, Francia, Holanda, Inglaterra, Australia, México, Chile, Ecuador, Colombia, Costa Rica, Canadá y Portugal.
Poco antes de emprender su nueva gira Lovera respondió estas preguntas a el Nuevo Herald.
¿Cómo surgió la idea del espectáculo?
“La gente de Fe y Alegría, me propuso hacer algo distinto, pues sus proyectos de expansión lo ameritaban. Algo promocionado especialmente para motivar a colaborar pero recibiendo un espectáculo a cambio”.
¿Qué son las escuelas Fe y Alegría?
“Son estructuras adaptadas al ejercicio de impartir educación en los sitios donde por lo general no existen escuelas conformadas u otras instituciones, ya sea por lo alejado o por lo anárquico del urbanismo”.
¿En qué consiste su misión?
“El propósito es llevar educación de calidad a los sitios y estratos menos favorecidos y así darles la oportunidad a niños y jóvenes que, habiendo nacido con habilidades, puedan desarrollarlas a través de los conocimientos y la disciplina”.
¿Cuáles son algunos tópicos que abordarás en las rutinas?
“Los temas nuevos abarcan la nueva amenaza para el humor: la intolerancia y el deseo de algunos grupos de lograr estar entre los trending topic, tal vez para recibir privilegios y de alguna forma pregonar sus ideas, las que no siempre son consonantes con lo que algunos llaman las ‘buenas costumbres’”.
¿Y de las rutinas pasadas?
“Por supuesto que retomaré aquellas que hablan de la inmigración y de la venezolanidad”.
¿Cuál es el mayor reto que enfrentas cuando tienes que hacer reír ante una audiencia no venezolana?
“Solo me preocupa que no tengan interés por entenderme, pero los que van son por lo general interesados en la cultura venezolana. (En ese caso) sé que debo hablar un poco más lento y darles sinónimos a las palabras más venezolanas (que aparecen en el texto)”.
¿Qué diferencia tu propuesta de las demás?
“Mi propuesta es variada. Contiene chistes, rutinas de stand up, imitaciones e improvisaciones. Los temas son variados, no hago campañas ni promociones, hablo del pasado y de la actualidad, pero sobre todo trato de hacer reír, no gasto palabras en dejar por sentado mis propias creencias, a menos que les de risa, que suele pasar”.
¿A qué atribuyes que hayas permanecido en el favor del público durante tantos años?
“Gracias a mis hijos y a mis doctores tengo esta oportunidad, y aunque a los grupos más jóvenes no les llegue mi información, siempre habrá un adulto que les enseñe mi trabajo, que, lejos de abordar temas desagradables, muestra cosas que aprendí y que pueden servirle a alguien más, especialmente si es joven”.