Cortesía: Lucy García
Jamás el inolvidable “Chamaco” García pensó que el exilio cubano lo premiaría con una calle que llevara su nombre.
Lucy Garcia, su viuda, recuerda que recién Chamaco fallecido en el 2016 surgió la idea de darle una calle.
“Eso quedó solo en un proyecto de buenos amigos de Chamaco hasta que el comisionado Manolo Reyes, del Distrito 4 luchó por eso y lo logró. En 2021 se aprobó la resolución del condado y hasta ahora fue que se pudo hacer la ceremonia en la que ya es su calle, la 27 Court, que es la calle aledaña al Miami Dade County Auditorium donde se presentó por tantos años”.“Chamaco hacia unos cuatro o cinco espectáculos al año ahí”.
Imposible olvidar a sus queridísimos personajes como el “Father Santos”, el “Padre Santos” en ¿Qué Pasa USA? Esa gran serie sobre la vida de una familia cubana emigrada en los 80 a Miami y que revolucionó las series de televisión en inglés.
“Chamaco” en realidad hizo mucho más, dice Lucy García. Hizo muchos musicales de Broadway. Por mencionar solo algunos: “Violinista en el Tejado” con Manolo Fábregas en México; trabajó con Libertad Lamarque y Sarita Montiel, y fue inolvidable en el personaje de Leonardo en “Cecilia Valdés”.
Fue Leandro en “Las Leandras”, y en Perú estuvo trabajando con Chabuca Granda.
En la inauguración de la calle estuvieron muchas personas que siempre lo quisieron, como Willy Chirino y Lisette, que no podían dejar de pensar en lo merecido de ese reconocimiento porque además “Chamaco” era un grande a la hora de ayudar a los demás.
“Era empático, era cariñoso con la gente”,-dice Lucy García. “La gente lo quería, pero él también se daba a querer. Amaba a su patria, y decía que tenía una palmita real sembrada en su corazón. Amaba a los animales y era capaz de cualquier sacrificio por ellos, los cuidaba y alimentaba.
Fue un hombre que se caracterizó por su sentido del humor y sus amigos lo querían mucho. Lo visitaban en el hospital y lo recuerdan por esa risa que tuvo hasta el último minuto, cuando usualmente las cosas son muy tristes, pero él mantuvo siempre su sentido del humor quizás para hacernos más fácil la difícil transición de la vida a la muerte”.
“Estoy segura de que sería muy feliz de saber que tiene una calle con su nombre, sobre todo una calle que lo escuchó cantar durante tantos años de su vida porque es tan cercana al teatro donde recibió tantos aplausos. Era un hombre humilde que recibió muchos premios, y que, aunque parecía que los recibía acostumbrado a eso, en realidad era muy tímido al recibir un reconocimiento”.
Lucy, que a seis años de la partida de Chamaco García aún no se acostumbra a vivir sin él, recuerda la emoción de vivir el último homenaje a su esposo.
“Yo he vuelto a recorrer la calle desde que se la dieron y cada vez que lo hago siento que él lo está haciendo conmigo. Lo imagino sonriente, haciéndome sentir feliz, como si me dijera que el júbilo de sus amigos en la tarde maravillosamente alegre de la inauguración fue la forma en la que él siempre quiso ser recordado”.
“Yo todo el tiempo converso con él y siento su presencia muy cerca y siento que estaba feliz de estar rodeado de tanta gente que él amó. Chamaco fue un ser de grandes oportunidades que nunca dejó pasa, ahora sé que su legado será perpetuado con su nombre inscrito tan honrosamente en una calle”.
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